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Cómo superar las crisis de pareja

Tratamos hoy las relaciones de pareja, las crisis y los reajustes típicos que tienen que hacer las parejas a lo largo de los años.

Normalmente cuando dos personas se conocen y se enamoran hay una etapa de cortejo en la que ambos ven lo mejor del otro y los defectos quedan más bien disipados. En esta etapa suelen estar muy presentes la ilusión y la pasión por el otro y por la relación que comienza.

Una vez que pasa esta etapa, normalmente la relación se asienta, lo que da lugar a un amor compartido y consolidado, con experiencias comunes. Suele ocurrir en este momento un hecho clave que es el de la convivencia. La pareja ya no sólo queda en sus momentos de ocio sino que deben enfrentarse a vivir juntos, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Aquí aparecen muchas de las primeras crisis de pareja, ya que la pareja debe reajustarse para vivir en armonía. Es común que pesen más que antes los “defectos” del otro, ya que se hacen más patentes las diferencias entre los dos integrantes de la pareja y la rutina puede apagar el romanticismo. Para poder superar esta primera crisis es importante compartir qué cosas molestan del otro y establecer acuerdos sobre tareas cotidianas que deben abordarse en el día a día. Además, es importante esforzarse para seguir sorprendiendo al otro y continuar expresándole amor, en lugar de acomodarse y dar por supuesto que conoce dichos sentimientos y que ya no necesita que se le expresen.

Corazón de piedra

La siguiente etapa comúnmente coincide con la llegada de los hijos, aquí puede ocurrir la segunda crisis de pareja. En esta etapa al rol de pareja se le une el rol de padres. Mientras que los hijos son pequeños es muy típico que el rol de padres abarque prácticamente todo el tiempo del que dispone la pareja. Por ello, para superar esta crisis es importante que la pareja busque espacios en los que puedan recuperar su intimidad y nutrir su relación.

A continuación, cuando los hijos crecen y se marchan de casa, puede aparecer la tercera crisis de pareja. En esta ocasión, si han dejado relegado su rol de pareja es probable que les cueste más recuperar la intimidad que han podido perder durante la crianza de sus hijos. En esta etapa es bueno aprovechar la oportunidad para reencontrarse como pareja compartiendo experiencias, aprovechar el hogar como un lugar para hacer crecer a la pareja y compartir los sentimientos que pueda suscitar el llamado “síndrome del nido de vacío”.

Por último, con la jubilación puede llegar una cuarta crisis de pareja, ya que es un momento en el que la pareja pasa más tiempo juntos. En esta etapa es importante que cada miembro encuentre espacios propios de ocio y a la vez espacios para compartir con el otro, así como aprovechar el tiempo libre que proporciona la jubilación.

Andrea Navarrete
andrea.navarrete@psicologiaenmadrid.es

Psicóloga desde Madrid por teléfono y videollamada. Master en psicología clínica, coach y especialista en intervención en trauma con EMDR. Más de 20 años de experiencia. Pulsa para ampliar información.