02 Jun Coach y terapia, entrevista a Joseph O´Connor
Entrevista ya del año 2010 en El Pulso a uno de los formadores de coaching más reconocidos del mundo.
En respuesta a algunos de los comentarios allí volcados, decir que por supuesto no todos los psicólogos y terapeutas somos charlateristas (es la expresión utilizada en un comentario allí, en referencia a estas terapias infinitas de hablar y hablar pero no conseguir nunca ningún resultado o cambio real en la persona), y por otra parte, tener carnet de coach no quita que puedas ser un charlatán.
En la entrevista, aunque ya es antigua, se echa en falta más profundidad al hablar de diferencias entre un psicoterapeuta y un coach. Sólo habla de la diferencia entre un coach y un psicólogo académico (un recién licenciado vamos), lo cual no es mucho decir, ya que pocas carreras de psicología habilitan por sí mismas para ser terapeutas… Se requiere mucha más formación adicional. Todo buen terapeuta debe estar formado en múltiples enfoques o paradigmas del ser humano, la psicologia, la antropología y la psicoterapia (de lo cognitivo-conductual, que es lo que se enseña en la universidad, al psicoanálisis, la terapia sistémica, el psicodrama, el modelo transpersonal, etc) y además debe haber realizado su propio proceso de terapia, es decir, estar trabajado en lo personal para no proyectar sobre su paciente sus propias “neuras” y ser consciente de sus propias limitaciones y puntos ciegos. Por supuesto filosofía, epistemología, hermenéutica, y sabidurías sapienciales (y hasta series de televisión, especialmente hoy en día con los adolescentes, más que la mitología clásica) son también tremendamente útiles, en cuanto dotan al terapeuta de más y más marcos de referencia con los que poderse apoyar en la terapia con cada persona, que siempre es diferente.
La entrevista:
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El coach es el que pregunta y el cliente responde. ¿Qué tipo de preguntas hace un coach? ¿Cuál es la dinámica de la sesión?
El coach hace preguntas para clarificar la visión del cliente con el fin de que éste puede avanzar hacia delante. El cliente está buscando algo cuya respuesta desconoce, está buscando en lugares oscuros, lugares que conoce pero donde no está la respuesta. Y lo que hace el coach es iluminar esa oscuridad a través de preguntas que traen a la cabeza de su cliente cosas que le ayudan resolver el problema, conseguir el objetivo, tomar la decisión, lo que sea en lo que pueda estar interesado. Las preguntas exactas dependen del objetivo principal que el cliente quiera conseguir.
¿Qué estudia la Programación Neuro-Lingüística (PNL)?
La PNL se define como el “estudio de la estructura de la experiencia subjetiva”, y surgió de la mano de los estadounidenses John Grinder y Richard Bandler en los años 70. Empezaron a estudiar a los grandes comunicadores del momento, que eran principalmente terapeutas, con el fin de ver cuáles eran esos patrones que usaban que les hacían tan buenos comunicadores. Así que la PNL es una disciplina que trata de clarificar lo bueno de las personas, aquello que les hace brillantes y, a través de esto, la estructura de cómo piensan.
Mucha gente no distingue entre la labor de un coach personal y un psicólogo. ¿Cuáles son las principales diferencias?
Un psicólogo es alguien que ha hecho un estudio académico de psicología. El coaching integra ideas de la psicología académica, de los negocios y de todo tipo de cosas, lo que hace la disciplina muy pragmática para ayudar. Un coach es alguien a quien llamas para que te ayude a ser lo mejor que puedas, a actuar de la mejor manera posible en tu vida personal o en el ámbito laboral.
¿Es el coaching una profesión reconocida?
¿Reconocida por quién? Una profesión se define por diferentes cosas: una determinada estructura y estudio, una actividad concreta. Todas ellas comparten la base de ayudar, pero no como lo haría un amigo, no se involucran en el problema. Te cobran y te ayudan, y tienen un código ético y unos estándares a los que adherirse. El coaching no es aún una profesión en ese sentido. Está trabajando en ello, pero no hay un reconocimiento internacional del coaching como profesión porque es una disciplina joven, y mucha gente la confunde con terapia, entrenamiento o consultorio…
¿Cómo te diste cuenta de que querías dedicarte a ser coach?
Fui músico durante muchos años, y fue entonces cuando empecé a interesarme por cómo aprende la gente y cómo pueden hacerlo lo mejor posible, especialmente en el ámbito del ‘performance’. Llegué a la conclusión de que la pregunta clave sobre cómo sacar lo mejor de uno mismo se podía aplicar tanto al ámbito de las artes como al de los negocios. Siempre he estado interesado en el proceso de aprendizaje de las personas y en todo lo que pueden sacar de sí mismos. El coaching es una destacada y pragmática aplicación de ese interés que, integra el resto de mis inquietudes, incluida la psicología, el PNL, y muchos otros.
El ‘coaching’ integra ideas de la psicología y de los negocios. Es una disciplina muy pragmática para ayudar a la gente.
Has sido coach en distintos continentes. ¿Qué diferencias has encontrado entre esos diferentes lugares?
He impartido clases alrededor de todo el mundo, y la gente es muy diferente entre sí. Es algo cultural, así que deben adaptarse, y algunas características culturales hacen más difícil su adaptación al coaching que otras. Por ejemplo en India, donde existe la figura del gurú que se yergue como un experto que aconseja, mientras que un coach es alguien que explora con el cliente, no es un gurú, no da consejos, así que puede chocar en esa cultura. Sin embargo, la estructura y metodología del coaching de ayudar a otras personas es algo universal, que funciona en todas partes, incluida India. Lo bueno del coaching es que tiene orígenes en todo el mundo: Norteamérica, Latinoamérica, Europa, y todas estas diferentes características culturales unidas le dan una fuerza que otras disciplinas no tienen.
¿Hay relación entre el coaching y la inteligencia emocional?
Sí, eso creo, ya que la inteligencia emocional mide cómo es cada uno de inteligente emocionalmente en las relaciones personales, cómo se conoce a sí mismo, cómo se lleva con otras personas, y un buen coach debe hacer esto también.
(via) El Pulso