20 Nov Whatsapp: comunicación verbal y no verbal
En estos días el WhatsApp está envuelto en polémica por los dos ticks azules, hay a quien le parece buena idea, otros los ven como una pérdida de privacidad y a otros simplemente no les importa. Hoy escribo sobre el WhatsApp no tanto por esta polémica, sino más bien por los problemas de comunicación que puede generar utilizar este tipo de servicio de mensajería instantánea.
el problema viene cuando no somos conscientes de que el lenguaje escrito tiene sus limitaciones y con él nos faltan elementos de la comunicación que si no aclaramos pueden generar malentendidos
En primer lugar me gustaría dejar claro que el WhatsApp puede ser una herramienta muy útil en nuestras relaciones sociales ya que es una vía asequible y práctica para estar conectados con los demás. No sólo podemos mandar mensajes escritos, sino también compartir fotos de momentos especiales, enlaces interesantes, etc. Con lo cual el WhatsApp bien utilizado tiene su parte positiva.
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Pero el problema viene cuando no somos conscientes de que el lenguaje escrito tiene sus limitaciones y con él nos faltan elementos de la comunicación que si no aclaramos pueden generar malentendidos con quien estamos hablando. Voy a poner un ejemplo real de uno de estos malentendidos: Marta y Julián son una pareja que utilizan habitualmente el WhatsApp pero en más de una ocasión han discutido porque creen que el otro les ha contestado de “mala manera” o ha sido muy cortante. Después hablándolo en casa han aclarado que el tono con el que se habían expresado no pretendía ser de enfado, cortante o agresivo….entonces, ¿qué es lo que ha ocurrido? ¿qué les ha llevado al malentendido?
Veamos qué ha podido ocurrir…Cuando nos relacionamos está presente la comunicación verbal y la comunicación no verbal. Podríamos decir que el texto que escribimos en el WhatsApp corresponde a la comunicación verbal. Y que cuando hablamos por el WhatsApp quien recibe nuestro mensaje no puede ver la cara que ponemos ni nuestra expresividad corporal, pero sí puede deducir en parte nuestro lenguaje no verbal a través de los emoticonos que ponemos, de los símbolos de exclamación, de las mayúsculas o minúscula, etc. Pero aún así siempre le faltará conocer parte de nuestra comunicación no verbal y tenderá a hacer sus propias interpretaciones de esa parte de información que le falta, lo que puede llevar a malentendidos.
Además, no hay que olvidar, que aunque nos podemos comunicar en tiempo real, a veces por escrito no ofrecemos tantos detalles como cuando hablamos oralmente, con lo que la conversación no es siempre tan fluida y los mensajes nuevamente tienen más posibilidades de ser malinterpretados.
Por último, a veces aunque estemos ocupados contestamos apresuradamente a un mensaje que nos llega por el WhatsApp, por lo que al otro le puede llegar que hemos sido cortantes o, incluso, que estamos enfadados, cuando no es esa nuestra intención. Sin olvidarnos de lo contrario, aquellas veces en las que estamos ocupados o simplemente desconectados del móvil, y no contestamos inmediatamente, lo que supone que nuestro interlocutor se quede a la espera y pueda interpretar que no queremos atenderle.
En conclusión, usar servicios de mensajería instantánea como el WhastApp puede ser una buena alternativa pero debemos ser conscientes de sus limitaciones y usarlo de manera adecuada para evitar malentendidos que a veces pueden dañar (mucho) nuestras relaciones.