10 Jul Salud autogestionada frente al fracaso del modelo sanitario
Ante la crisis del modelo de salud público/estatal, surgen alternativas basadas en una redefinición de la salud y atención sanitaria basadas en modelos integrales, holísticos, y autogestionados, lo que en la práctica dota a las personas de un mayor protagonismo y papel activo en la gestión de su propia salud. El proyecto Aurea Social, dentro de la Cooperativa integral catalana, hace realidad un modelo de salud alternativo y social. Lo llaman Sistema de Salud Pública Cooperativista de la Cooperativa Integral Catalana y su primer Centro de Autogestión Primaria en Salud en el centro de Barcelona da mucha envidia (sana).

Hay médicos, enfermeros, científicos, terapeutas, especialistas en acupuntura, biomédicos, psicólogos… se hacen llamar facilitadores de salud y su intención es intentar “construir entre todos una nueva salud”.
Hay médicos, enfermeros, científicos, terapeutas, especialistas en acupuntura, biomédicos, psicólogos… se hacen llamar facilitadores de salud y su intención es intentar “construir entre todos una nueva salud”. No se consideran alternativos a la salud pública, pero abogan por una revolución integral que desemboque en “otro sistema”, ya que al actual lo consideran “fracasado” y“asistencialista”.
La Cooperativa Integral Catalana (CIC) inició el denominado Cooperativa Integral Catalana(SSPC) en 2010 a través del colectivo CDIM (Centro de desarrollo en innovación médica) y con Samuel Carmona, científico biomédico, a la cabeza. El investigador siempre ha sido partidario de este nuevo paradigma sanitario, “capaz de superar la llamada crisis de la salud pública estatal”. Afirma que se han “conseguido el 99 por ciento de los objetivos fijados hace un año”, entre los que estaba la puesta en marcha de un Centro de Autogestión Primaria en Salud (CAPS), que nació el 11 de febrero tras meses preparando su apertura, ultimando los aspectos legales, como disponer de un ascensor en funcionamiento, adecuar la ventilación del local o revisar el estado de los extintores.
El centro cuenta con diez salas adaptadas y con un equipo de quince personas que se encarga de acoger a la gente que llega buscando una alternativa al “modelo hegemónico” sanitario. Son personas que han perdido la confianza en el sistema estatal, en el que “el profesional se limita a derivar al paciente a los especialistas sin prestarle la suficiente atención”, y lo califican de “mercantilista y deshumanizado”.
(via) Interviú
Puede consultarse el artículo completo en PDF en la web de la cooperativa integral catalana.
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