22 Abr Personas víricas, personas tóxicas
Todos en más de una ocasión nos hemos sentido cansados, incluso, derrotados después de mantener una conversación con ciertas personas, y no por el contenido de la misma, si no por el mero hecho de haberla mantenido. Hemos sentido como nuestro estado de ánimo cambiaba radicalmente tras el encuentro con ciertas personas, de estar alegres, pletóricos y llenos de energía, pasamos a sentirnos tristes y pesimistas sin mayor motivo aparente que haber tenido un encuentro con una persona víricas.
Las personas víricas , también conocidas como vampiros emocionales o personas tóxicas, son aquellas que contagian como un virus sus estados emocionales negativos a los que le rodean. De esta forma, el miedo, la ira, la envidia o la tristeza es inoculada en nuestro estado de ánimo simplemente por el contacto con estas personas.
Cuantas veces no nos hemos hecho la pregunta ¿pero qué necesidad tengo de estar escuchando esto? cuando hablamos con aquellas personas de nuestro entorno que siempre están instaladas en la queja, el conflicto o la rabia. Si bien esto es cierto, también lo es que debemos ser conscientes de que no solo el otro mantiene una actitud tóxica, si no que todos en algún momento hemos sido personas tóxicas transmitiendo lo que vulgarmente se conoce como “mal rollo” a los otros.
Hay individuos que por sus características personales como la envidia, el mal genio, el egoísmo, la falta de tacto o simplemente la estupidez tienen una mayor propensión a mantener estos estados y a propagar el contagio. La suerte, es que cuando nos alejamos de estos individuos, poco a poco nos vamos encontrando mejor, hasta olvidarnos si quiera de haberlos visto. Pero aún así, es conveniente contar con herramientas que nos den una ventaja sobre ellos a fin de defendernos de sus ataques, ya que dentro de las personas tóxicas nos podemos encontrar con elementos realmente dañinos y malévolos que pueden dejar una huella mas honda en nosotros.