21 Feb La sobreprotección y la baja autoestima
En más de una ocasión me he encontrado en mi consulta de psicóloga personas adultas que me comentan que se sienten inseguras consigo mismas, que afrontan los problemas con ansiedad, y que sienten que tienen una baja autoestima. Entre estas personas me he encontrado con unas cuantas que cuando nos hemos puesto hablar sobre su familia me describían a sus padres como sobreprotectores.
Esto es, padres que han tendido a resolverles ciertas situaciones para que ellos no tuvieran que aforntarlas o que preocuparse por nada, padres que se mostraban temerosos a la hora de permitirles salir con amigos en la adolescencia por los posibles peligros que se pudieran encontrar en la calle, e incluso, padres a los que les ha costado aceptar que sus hijos se encontraban en una edad idónea para independizarse.
Por lo general, son padres que han querido y que sin duda quieren por encima de cualquier cosa a sus hijos y que su sobreprotección se basa en el deseo de ahorrarles sufrimiento y dolor en la vida. Pero sin ser conscientes de ello, estos mismos padres han transmitido a sus hijos la idea de que el mundo es peligroso, que hay que temerlo y no fiarse de la gente, así como indirectamente les han transmitido la idea de que ellos no son capaces de enfrentarse por sí sólos a los retos que conllevan la vida.
Esto puede hacer que cuando esos hijos crezcan duden sobre su capacidad para tomar sus propias decisiones y para desarrollarse en una vida de adulto, lo que puede afectar muy negativamente a su autoestima e influir en sus posibilidades para desarrollar su potencial laboral.
Con todo esto no quiero decir que todo padre sobreprotector haga a sus hijos inseguros, o que cualquier persona insegura haya tenido padres sobreprotectores, pero me parece una reflexión interesante que espero que alguna persona le pueda resultar útil.
Por otra parte, quiero dejar claro, que aún cuando os sintáis identificados con el artículo es posible construir en la edad adulta la seguridad en uno mismo y una autoestima saludable, nunca es tarde para ello :-)
Foto: Eduardo Amorim