03 Jun Hoy no me puedo lavar el pelo
El título de este artículo puede despistar a alguna persona, ¿qué tendrá que ver lavarse el pelo con la psicología? Si, por lo contrario, te sientes identificado con el título es muy probable que tengas una enfermedad crónica.
Lavarse el pelo es un buen ejemplo de una actividad cotidiana que la mayor parte de las personas pueden hacer sin problemas, pero que a una persona con enfermedad crónica puede a veces resultarle verdaderamente difícil y agotador. Lavarse el pelo supone estar un tiempo de pie, levantar los brazos y después secarnos. Esto puede parecer poca cosa a la mayoría de las personas, por eso resulta especialmente frustrante constatar que hay veces que no podemos hacerlo. Si todo el mundo lo puede hacer, ¿por qué a mí me tiene que costar tanto?
Enfrentarnos a una enfermedad cuyos síntomas hacen que nuestro día a día sea como una gran montaña que tenemos que escalar, supone tener que hacer un ejercicio con nosotros mismos para recalcular cada día qué podemos hacer y qué no podemos hacer de nuestras rutinas. En último término supone hacer un duro análisis a veces en el que nos podemos sentir perdidos, ya que nuestras actividades cotidianas nos dan un marco de referencia en nuestro día a día, y nos ayudan a sentirnos integrados en este mundo. Cuando tenemos que enfrentarnos a que no podemos seguir las rutinas nos sentimos frágiles e incapaces. Muchas veces también nos sentimos desconectados o inferiores a los demás. Podemos incluso llegar a sentir vergüenza por no poder asearnos como nos gustaría.

Y aquí es donde una cuestión como no tener fuerzas para lavarse el pelo tiene un significado emocional, nos afecta negativamente a cómo nos vemos a nosotros mismos y nos desanima. Sentimos que somos menos valiosos porque no podemos hacer tareas que para la mayoría son fáciles. Y también aparece el miedo, miedo a no poder hacer rutinas básicas, a no ser autónomo. Nos preguntamos ¿qué será lo siguiente que me costará hacer?, ¿qué va a ser de mí en un futuro?
Parece que nuestro cuerpo no nos pertenece, que no nos obedece cuando queremos que haga algo tan “sencillo” como lavarnos el pelo. Sentimos una falta de control que nos da la sensación de que nuestra vida se nos va de las manos. La sensación de indefensión lleva al bloqueo y el bloqueo lleva a que nos cueste todavía más hacer tareas cotidianas como lavarnos el pelo. Sé que andar este camino es difícil, a veces llega a parecer imposible. Pero me gustaría transmitirte que tienes un camino interior que puedes recorrer para reencontrarte contigo mismo, con tu cuerpo y con tus circunstancias actuales. Tienes un camino que puedes ir recorriendo para lidiar con las dificultades que puede acarrear una enfermedad crónica.
No se trata de invisibilizar tu malestar físico, tu enfermedad es real. Más bien se trata de ayudarte desde tu interior a lidiar con una vida que a veces puede llegar a sentirse como insoportable. Y recuerda que cada vez que consigues lavarte el pelo es un logro para ti, intenta no compararte con los demás y siente orgullo por haberlo hecho.
Si necesitas a alguien que te acompañe en ese camino puedes pedirnos cita, somos psicólogos especialistas en enfermedad crónica y dolor crónico. Sabemos que tu situación es dura, queremos ayudarte.