Mindfulness, conciencia plena, wu-wei….
Mindfulness, conciencia plena, atención plena, conciencia pura... El abanico de posibilidades es muy grande. Todas estas palabras, procedentes de diferentes tradiciones y disciplinas que entroncan con la dimensión de autoconocimiento del budismo, remiten a practicamente los mismos elementos. Son saberes antiguos que se ponen de moda porque se comprueban "científicamente" sus efectos, y de repente todo el mundo los quiere y los ofrece. Desde que en los años 70 ciertas corrientes de psicología, psiquiatría y terapia se atrevieran a explorarlos, por encima de complejos profesionales, la aportación desde la Sabiduría ha sido más que fructífera. Cuando os hemos explicado otras veces los beneficios del aprendizaje de la relajación o la respiración, siempre hemos tenido en mente sus demostradas aplicaciones y eficacia, al hilo a veces de una terapia, para la reducción de la ansiedad, la depresión, y el estrés. Se trata de ser capaz, cuando interese (y para muchos interesa siempre) de simplemente Ser. Contemplar sin juzgar; fluir, sin entorpecer la experiencia juzgando o valorando; vivir el presente, el momento (carpe diem); hacer sin hacer (wu-wei, otro genial concepto, desde la tradición Zen), siempre, aquí y ahora. ---
El mindfulness* puede derse como atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento actual. Pretende que la persona se centre en el momento presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento. Como procedimiento terapéutico busca, ante todo, que los aspectos emocionales y cualesquiera otros procesos de carácter no verbal, sean aceptados y vividos en su propia condición, sin ser evitados o intentar controlarlos.
El control sobre sucesos incontrolables, sujetos a procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor interferencia posible. Aunque el mindfulness ha adquirido una cierta notoriedad, sobre todo en USA, de mano de los valores orientales, refiere a algunos aspectos ya conocidos en psicología: la exposición y la autorregulación basadas en las técnicas de biofeedback o en el uso de la hipnosis, donde hay un dejar que los fenómenos perceptivos y sensoriales se muestren como ellos son. Su principal utilidad, más allá de las técnicas concretas que ofrezca, tal vez sea el contrastar con una psicología que propugna el control, el bienestar, la eliminación del estrés, la ansiedad, etc., mediante procedimientos que, a falta de esa experimentación natural, pueden contribuir a perpetuarlos.
(...)Mindfulness es un término que no tiene una palabra correspondiente en castellano. Puede entenderse como atención y conciencia plena, presencia atenta y reflexiva. Los términos atención, conciencia y referencia al momento concreto están incluidos de lleno en su significado.
Viene a plantear, por tanto, un empeño en centrarse en el momento presente de forma activa y reflexiva. Una opción por vivir lo que acontece en el momento actual, el aquí y el ahora, frente al vivir en la irrealidad, el soñar despierto.