Cada vez son más los
psicólogos y
psiquiatras que
critican el abordaje exclusivamente farmacológico de los
problemas emocionales como la
depresión y aquellos derivados de la
ansiedad y el
estrés. Un estudio piloto pretende demostrar la
mayor efectividad de las sesiones de psicoterapia grupal frente al uso exclusivo de tranquilizantes y antidepresivos, tal y como se ha venido comprobando en otros países como el Reino Unido, donde además se ha constatado que
invertir eficazmente, en lugar de recortar, puede suponer en el fondo un ahorro importante, mejorando además la atención, y haciéndola más humana.
Nuestro país ocupa el segundo lugar en la órbita de la OCDE en el consumo de estos medicamentos (Portugal lidera el ranking), y ya va siendo hora de un replanteamiento de la eficacia de este enfoque así como del desorbitado coste que supone. También en
atención infantil, donde desgraciadamente trastornos incluso cuestionados como el
TDAH siguen teniendo un abordaje principalmente farmacológico. Como
psicólogos y
psicoterapeutas, por nuestra experiencia en consulta,
los psicofármacos son útiles en casos puntuales, concebidos
como una ayuda puntual que
facilita el trabajo terapéutico a lo largo de un tratamiento psicológico especialmente cuando de inicio los síntomas son muy fuertes, ya sea por problemas de
ansiedad,
ataque de pánico,
depresión,
problemas de sueño (que son las demandas más frecuentes en las
consultas de psicología hoy en día).
Sin embargo, no valen para todo el mundo, no funcionan igual en todas las personas, generan dependencia a veces, o acompañan el efecto deseado de otros absolutamente indeseables. Además potencian en la persona la sensación de patología, de enfermedad, de necesidad de
medicina, de tratamiento, frente a la más saludable y abordable concepción de desequilibrio o de crisis, y de necesidad de cambio. ----
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Imagen - epSos.de[/caption]
Los trastornos mentales como desórdenes de tipo emocional, ansiedad, depresión o estrés están muy presentes en las consultas de Atención Primaria. De hecho, las personas que padecen alguna de estas patologías acuden al médico una media de 19 veces más al año que las que no tienen un problema emocional. Esto supone un doble gasto, no sólo económico, que también, sino en la calidad de vida de unos pacientes, que, en la mayoría de los casos, vuelven a casa con un antidepresivo o tranquilizante bajo el brazo. De hecho, según un estudio que acaba de ser presentado en el Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) de Valencia, nuestro país es el segundo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en el consumo de este tipo de fármacos, en un ‘ranking’ encabezado por Portugal: la media de la OCDE no llega a las 24 dosis definidas diarias por cada mil habitantes, mientras que en España se consumen 59. [quote float="left"]
Nuestro país es el segundo de la OCDE en el consumo de antidepresivos y ansiolíticos (...) la media de la OCDE no llega a las 24 dosis definidas diarias por cada mil habitantes, mientras que en España se consumen 59[/quote]
El máximo responsable de la SEAS, el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Antonio Cano Vindel, reconoce que estos son unos malos datos que han de forzar una “profunda reflexión” de los responsables sanitarios. “Estos pacientes, con el tratamiento habitual que se les da en Atención Primaria, no se curan. Los psicofármacos solo reducirán los síntomas, pero el problema psicosocial, laboral o personal no mejorará y aunque esté ‘anestesiado’ no habrá resuelto el asunto de verdad, que es aprender a encarar estas dificultades”, expresa Cano.El catedrático de la UCM afirma que las personas “no saben manejar bien” sus emociones, y esto pasa factura. “Además de la magnificación, en estos tiempos hay una mayor ‘rumiación’, es decir, darle más vueltas a las cosas, lo que genera más ansiedad, irritabilidad y sobrecarga”, apunta Cano, quien propone un “cambio de modelo” que se encamine a lo que está cosechando tan buenos resultados en otros países europeos.
20 septiembre, 2014